sábado, 17 de marzo de 2012

¿Cuál es el objetivo del Sistema de Evaluación Profesional Docente en Chile?


El Sistema de Evaluación Profesional Docente en Chile data del año 2003 y consiste en la aplicación de una evaluación obligatoria a todos los profesores de enseñanza pre-escolar, básica, media y educación especial que impartan clases en la educación municipal en todo el territorio nacional.
Este sistema tiene por objetivo” Fortalecer la profesión docente y contribuir a la mejora de la calidad de la educación.( página oficinal docentemas, Gobierno de Chile).
El organismo encargado de esta evaluación es el Ministerio de Educación, a través del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigación Pedagógica (CPEIP).   A su vez, quien ejecuta esta  evaluación  es el Centro de Medición de la Universidad Católica de Chile (MIDE UC)   y su objetivo principal es la asesoría técnica e implementación de las acciones que el proceso de evaluación requiere.
La evaluación consta de cuatro instrumentos que se complementan entre sí, y que permiten recoger información  que otorga una visión amplia de la función docente en el aula.  Dichos instrumentos son: Un portafolio, una autoevaluación, una evaluación por un docente par y una evaluación del equipo directivo.
El portafolio es una evidencia que pretende invitar al docente a reflexionar sobre sus prácticas educativas por medio de la entrega de evidencia que el docente va confeccionando durante 12 semanas.  Esta evidencia consiste en la elaboración y aplicación  de una unidad pedagógica y la presentación de una grabación de clases.
La pauta de autoevaluación  es  un formulario preestablecido en el cual el docente debe reflexionar sobre su desempeño en el aula.
La entrevista del docente par es una evaluación que realiza un profesor capacitado para ello.  Para esto completa una rúbrica que le permite evaluar los objetivos preestablecidos.
El Informe de Referencias de Terceros es la evaluación de la Administración del centro y es confeccionada por el Director y el Jefe de la Unidad Técnico profesional a través de una pauta estructurada que confecciona el MIDE UC.
Con estos instrumentos y en este contexto son evaluados todos los profesores de la enseñanza municipal de Chile.
A partir de esta información me detendré a reflexionar sobre el sistema de evaluación y sus pretensiones.
En primer lugar, quisiera detenerme a analizar  el sentido de esta evaluación.  Las políticas públicas en educación tienen como objetivo mejorar el sistema enseñanza- aprendizaje, para lo cual centra gran parte de sus esfuerzos en conocer y mejorar las prácticas de los profesores en el aula.  Esto se materializa a través de la aplicación obligatoria de este sistema de evaluación. 
En esta dirección podemos observar que la evaluación profesional docente contribuiría  a mejorar  la calidad de la educación, ya que nos indicaría claramente cuales son los puntos fuertes y débiles del actuar docente.  Sin embargo, esto último merece un cuidado especial, ya que a mi entender este sistema no iría en esa dirección.
Este sistema de evaluación carece de una medición del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que sólo se evalúa al docente en un momento determinado, es decir, “se toma una fotografía” del actuar de los profesores en aula y conforme a ello se califica. Esta evaluación se realiza sin seguir una periodicidad determinada y tampoco se detiene  a comprender las prácticas en diferentes momentos, situaciones y contextos educativos.
En ese sentido, podemos verificar que la evaluación no tiene la finalidad de mejorar continuamente dicho proceso, más bien, se pretende determinar si el profesorado reúne las competencias exigidas para desarrollar esa función conforme a parámetros establecidos por un equipo técnico externo a los centros educativos.  En otras palabras, la evaluación está orientada sólo hacia las cualidades y características que tiene el docente en el aula y no a determinar como mejorar dichas prácticas o a comprender el sentido de ella, ya que no existe un seguimiento periódico y un plan de mejora si se encuentra un resultado deficiente.
Bajo esta mirada podemos decir que este sistema tiene una finalidad punitiva, es decir, sólo califica la gestión docente, sin detenerse a reflexionar conjuntamente sobre los resultados de dicha evaluación y la manera en que esos resultados pueden contribuir a la mejora de la calidad de la educación.  Esto se puede evidenciar al momento de la entrega de los resultados al docente, toda vez que sólo se entrega la calificación obtenida, sin mediar una reflexión de los resultados por parte de los profesores y el centro en su conjunto.
Por otra parte, si consideramos que la opinión del profesorado cumple un rol fundamental en la mejora de la enseñanza-aprendizaje, vemos que éstos no son considerados al momento de la creación, implementación y posibles mejoras de  los instrumentos de evaluación.  Por el contrario, esta misión queda en manos de MIDE UC que es un equipo asesor externo a los centros.
 Lo que podemos apreciar aquí es la lógica de la racionalidad técnica, la cual conforme a modelos establecidos y generalizados de enseñanza- aprendizaje, diseñan pautas estructuradas que permiten “medir “el actuar del profesor en aula.  En concreto, las preguntas de las entrevistas de pares, las pautas de evaluación por parte del equipo directivo, la estructura de la pauta de la autoevaluación responden a criterios externos a los centros, y su confección es diseñada por equipos técnicos de educación.  Asimismo, el portafolio que es el instrumento con mayor ponderación (80%),  y es aquel que podría dar mayor posibilidad de participación del profesorado, es también confeccionado con esta misma lógica. Esto se puede apreciar en los contenidos y las preguntas que componen este instrumento,  las cuales son estándar para todas las escuelas de Chile. 
Todo esto quiere decir que se evalúa el funcionar del docente con criterios técnicos y universales, sin detenerse en la adecuación de los instrumentos a cada centro educativo, más bien, los parámetros son dados a partir del marco para  la buenas enseñanza establecido por el ministerio de educación y no considerando las realidades locales de cada escuela.  En otras palabras, los profesores y centros no participan de este proceso.
A modo de síntesis, podemos indicar que el Sistema de Evaluación Profesional Docente en Chile presta mayor atención a las calificaciones que obtienen los docentes, al  cumplimiento  de las exigencias establecidas por órganos externos a los centros educativos y a la medición estandarizada de los profesores a nivel nacional.
Bajo mi perspectiva, esto no se condice con los objetivos de este sistema, ya que el énfasis está puesto sólo en el actuar docente descontextualizado y responde a una calificación para aprobar los exámenes. Por lo tanto,  que la  calificación sea la prioridad máxima de este sistema no contribuye a la mejora de la enseñanza aprendizaje, ni tampoco contribuye a fortalecer la profesión docente que son los objetivos de esta evaluación, debido a que  muchos profesores terminan aprendiendo y adiestrándose en la forma de responder a estas evaluaciones con el fin de no ser sancionados.

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